EL EJÉRCITO DE KARAK-HIRN (SEGUNDA PARTE)

 Si atendemos fielmente al trasfondo de esta fortaleza, mi ejército apenas debería contar con armas de pólvora o artefactos modernos (como pueden ser los girocópteros y otros cachivaches voladores). Aún así, los diferentes libros de ejército que se han referido a Karak-Hirn ponen de manifiesto que el carácter tradicionalista del Rey Alrik le hace preferir no incluir este tipo de armas entre sus huestes, por ello la fortaleza cuenta con "pocos" de estos artilugios, aunque haberlos, claramente los hay (de hecho la propia puerta de la fortaleza está defendida por cañones y lanzavirotes). 

Mi idea por lo tanto es mantenerme fiel a este principio y basarme especialmente en máquinas de guerra más tradicionales, armas de largo alcance sin pólvora y prescindir de tropas modernas como los Dracohierros. Aún así, las primeras de las figuras que pinté durante el confinamiento fueron precisamente los miembros de la dotación de este cañón órgano y la propia máquina de guerra. 

¿Por qué? 

Principalmente porque soy tradicionalista pero no suicida. A lo largo de los años el cañón órgano es la unidad enana que más alegrías me ha dado y me resulta imprescindible en mis listas de ejército. Puedo prescindir de arcabuces y cañones (ya sean lanzallamas o cañones) pero del cañón órgano no. 

Además como comenté en la entrada anterior quería restaurar un buen número de figuras que había comprado pintadas y  daban asco. Para probar el esquema de colores necesitaba algo rápido que me diera una idea general de qué estaba intentando llevar a cabo. 

Este es el resultado. 

Me apetece enseñar cómo estaban antes para que podamos valorar si he hecho bien en repintarlas o podría haberlas dejado tal cual estaban

De momento, un par de piezas de artillería dispuestas a defender los universales derechos de la raza enana. 

 

¡A la Guerra!

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